Esta novela presuntamente "iniciática" narra las peripecias de la vida de un joven tibetano ingresado a una lamasería, donde es sometido al riguroso entrenamiento propio de los sistemas de desarrollo acelerado que se practican en esos centros orientales. La mole ciclópea del recinto, las celdas y las peculiaridades de la vida cotidiana en el seno de una comunidad de monjes, adscriptos a las rutinas y prácticas devotas, son narradas con frescura y sencillez no exentas de cierto ritmo y amenidad. Nos enteramos de la fantástica noticia de que el "tercer ojo", el cuerpo pituitario, el ojo de la visión espiritual, no se abre mediante severas disciplinas meditativas, sino por medio de un finísimo taladro que perfora la frente del joven lama iniciable. La imaginación del autor -inglés que pretendía ser la encarnación de un Rimpoche, de un lama iniciado- no tiene límites. Tratándose de una simple fantasía adornada con detalles de la tradición tibetana, el libro se convirtió, paradojalmente, en un clásico con anotaciones sobre presuntas y secretas técnicas monacales del Lejano Oriente, muchas de las cuales son mero producto de la fértil imaginación de su autor. Lobsang Rampa logró popularizar nociones místicas como la del "tercer ojo" y los secretos del budismo lamaico, mucho más de lo que los orientalistas habían logrado hasta la redacción y edición de esta novela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario